Hoy, 11 de julio, se conmemoran 49 años del histórico día en que, a iniciativa del Gobierno del Presidente Salvador Allende y por la unanimidad del Congreso Nacional, se aprobó la reforma constitucional que Nacionalizó la Gran Minería del Cobre.
Esta acertada decisión, fue impulsada y respaldada, desde su primer momento, por la Federación de Trabajadores del Cobre. La evidencia del acierto de esta determinación soberana del pueblo de Chile, es contundente e irrefutable. Desde esa fecha hasta hoy, Codelco ha aportado al fisco más de US$ 125.000 millones, los cuales han permitido al Estado financiar programas sociales, educación, vivienda y salud. Por esta razón, los trabajadores del cobre nos sentimos muy orgullosos al decir que cada equipo minero, no sólo lleva minerales, sino también hospitales, escuelas y viviendas.
Esta importante riqueza se ha generado gracias al esfuerzo y sacrificio de miles de trabajadores y trabajadoras, pertenecientes a varias generaciones de mineros, beneficiando a todos los chilenos. A todos ellos, les expresamos nuestro reconocimiento y gratitud, sobre todo a quienes ofrendaron sus vidas, fueron perseguidos y exonerados o vieron gravemente lesionada su integridad física en el desempeño de sus labores y responsabilidades. No olvidamos a nuestros mártires, ejecutados o detenidos desaparecidos por la Dictadura, humildes trabajadores, dirigentes sindicales o gerentes generales que perdieron sus vidas a causa de la brutal represión que fueron objeto.
De igual forma, recordamos con especial recogimiento a los ocho trabajadores que han fallecido como consecuencia de la proliferación desenfrenada de la pandemia Covid – 19 en la Corporación, producto de la fracasada estrategia de la empresa para controlar este virus, así como el deficitario rol del Gobierno en cuanto a fiscalizar el estricto cumplimiento de los protocolos definidos por la autoridad para garantizar el normal funcionamiento de las faenas.
También queremos en esta emblemática fecha, reivindicar la participación y los aportes del mundo sindical del cobre, de la FTC y sus Sindicatos Base, quienes hemos sido un actor fundamental para sortear exitosamente las diferentes crisis que ha vivido Codelco en su casi cinco décadas de trayectoria. Y de paso, frenar los poderosos intentos privatizadores de los yacimientos nacionalizados y los destinados a su reposición y expansión, al tiempo que hemos bregado por la modernización, competitividad y desarrollo de esta gran empresa del Estado. No es casualidad que en este país, uno de los más neoliberales, privatizadores y desiguales del mundo, Codelco haya sobrevivido, triplicando su producción anual del año 1971, y aumentado al doble sus distritos mineros metalúrgicos, que hoy constituyen 8 Divisiones (Chuquicamata, Radomiro Tomic, Gabriela Mistral, Ministro Hales, El Salvador, Andina, Ventanas y El Teniente).
Lamentablemente, esta conmemoración encuentra a Codelco en una compleja situación, como consecuencia de una mala gestión impulsada por administraciones autoritarias e ineficientes, que no han tenido la capacidad de enfrentar los problemas y dificultades, con decisión, claridad y visión de largo plazo; ni tampoco la voluntad de consolidar los espacios de diálogo, participación y acuerdos, definidos en el Pacto Estratégico por Chile, suscrito con esta Federación y sus Sindicatos Base.
En este contexto, vemos con gran preocupación e inquietud que el Gobierno aún no haya resuelto el cupo del representante de la Federación de Trabajadores del Cobre en el directorio de Codelco, a partir de la quina propuesta por nuestra organización, dando fiel cumplimiento a lo establecido legalmente para estos efectos. La dilatación e incertidumbre causan daño, atentan contra la transparencia y la reputación de Codelco, además de afectar la resolución oportuna de temas pendientes en la agenda estratégica de la Corporación, desafíos que resultan imperativos sacar adelante con sentido de urgencia.
De igual forma, a casi medio siglo de esta gesta histórica, reiteramos la urgente necesidad de resolver la apremiante descapitalización estructural a la que ha sido llevada Codelco, por la irresponsabilidad del dueño, en distintos mandatos gubernamentales. La Corporación es la principal productora de cobre del mundo y compite con todas las grandes mineras a nivel internacional, pero dicha competencia es en desigualdad de condiciones, tanto por los niveles históricos de reinversión de utilidades -que en el caso de la estatal están muy por debajo de la reinversión de la minería privada- como por la incertidumbre respecto de su financiamiento. De ahí la relevancia de estos recursos, que son muy importantes para financiar oportunamente sus proyectos estructurales, de desarrollo y de sustentabilidad para sus estratégicas Fundiciones y Refinerías.
Este descuido del Estado requiere ser enmendado con urgencia, mediante una solución integral, multianual y sustentable al financiamiento del plan de inversiones de Codelco Chile, y de esta manera, evitar que la empresa continúe dependiendo de aprobaciones presupuestarias anuales e inciertas, profundizando los problemas de endeudamiento que la aquejan. Si la Corporación hubiese podido reinvertir sólo el 30% de estas utilidades, la actual deuda prácticamente no existiría, y hubiese dotado a esta gran empresa minera de los recursos económicos necesarios para competir en igualdad de condiciones con la minería privada, desarrollando y potenciando su cartera de proyectos y modernizando sus instalaciones en términos ambientales y tecnológicos.
Finalmente, en esta histórica conmemoración del DÍA DE LA DIGNIDAD NACIONAL, la Federación de Trabajadores del Cobre renueva su épica con la defensa y desarrollo de un Codelco 100% estatal, eficiente, competitivo y responsable con sus trabajadores; respetuosa del medio ambiente y de las comunidades aledañas a nuestras operaciones minero-metalúrgicas. En este sentido, reafirmamos el compromiso de los trabajadores del cobre para continuar impulsando y contribuyendo con propuestas concretas que permitan consolidar a Codelco como una empresa líder de la industria minera a nivel mundial, en beneficio de las chilenas y chilenos que más lo necesitan, además de transformarse en la base industrial para cambiar el actual modelo extractivo de recursos naturales a otro basado en la agregación de valor que permita la industrialización efectiva de nuestra economía.
CONSEJO DIRECTIVO NACIONAL